La entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres sitúa ante un nuevo escenario que debe ser contemplado y reflejado en distintos aspectos de la negociación colectiva. Por un lado, han de integrarse los nuevos derechos y obligaciones generados por la ley en los convenios y acuerdos firmados; la relevancia de abordar esta cuestión viene dada por la tendencia a incrementar la duración temporal de los mismos, lo que implica una mayor permanencia de contenidos que pueden ser fundamentales para avanzar hacia la igualdad entre mujeres y hombres. Por otro lado, la necesidad de concretar derechos que para su efectividad requieren de la concertación social a fin de garantizar su aplicación y, en su caso, mejorarlos. |