Esta investigación parte de la base de la inexistencia de una perspectiva de género en el análisis de la situación del trabajo en la defensa de los DDHH, que conlleva que se silencie la contribución que hacen las mujeres a la justicia social y la paz, así como también las situaciones específicas que sufren éstas en el desarrollo de su labor. Es cuestión de justicia visibilizar estos aportes, dejando de considerar a las mujeres como meras víctimas y sujetos de asistencia, así como también es un deber brindarles protección, en tanto que desarrollan su labor en zonas de conflicto y postconflicto donde las garantías legales e institucionales no están garantizadas y donde las amenazas hacia ellas son constantes. La vulnerabilidad de las defensoras de DDHH es alarmante. Los Estados no han consolidado de manera firme su responsabilidad en cuanto a la garantía, la promoción y el respeto de sus derechos, ni tampoco en cuanto a la superación de las desigualdades de género y la violencia contra la mujer. Las defensoras de DDHH se encuentran intentando hacer su trabajo en un entorno que no les es propicio, con constantes trabas y un sistema de protección inefectivo. En esta investigación se han recogido un total de 60 casos comprendidos entre los años 2004 y 2010. Son el resultado de contabilizar las diferentes violaciones de los derechos sufridas por mujeres defensoras. Asimismo, se han incluido los casos de defensa de las identidades LGBT. |