La violencia de pareja tiene un impacto de largo alcance en las vidas profesionales de las víctimas, tanto si están empleadas como si están buscando trabajo. Aún más, la violencia de pareja tiene consecuencias críticas para aquellas mujeres – y a veces hombres – que son capaces de conservar su empleo o encontrar trabajo como forma de asegurarse su independencia económica. Asimismo, aunque no resulte tan evidente, el lugar de trabajo es frecuentemente el sitio donde las víctimas pueden hablar y encontrar apoyo informal.

Existen tres líneas de acción que pueden ayudar a las víctimas a conservar su empleo o continuar su formación profesional:

• Prevención
• Asistencia
• Acción Práctica