Planteamos y tratamos de describir el giro de la aproximación teórica, histórica y cultural de la arquitectura hacia una dirección experiencial, en parte ya ensayada por las ciencias humanas. Planteamos el recurso a las fuentes literarias para la exploración del espacio habitado en todas las dimensiones, en sus aspectos afectivos, en las representaciones de la memoria y del deseo, y en el ámbito de las vivencias menos capaces de dejar rastro físico, como la que es propia de los espacios que han tenido sentido y valor en las vidas de las mujeres.

Proponemos la conciencia de esta diversidad y la necesidad de una síntesis que la arquitectura
puede y debe hacer con la mirada complementaria de las ciencias humanas y de la literatura. Una dirección emprendida en la docencia y en nuestros proyectos de investigación que revive y desvela, a través de un proyecto interdisciplinar, también en sentido histórico, la forma de ocupar el espacio por parte de las mujeres. Entendiendo que las mujeres no han tenido acceso pleno aun a conformar la gran tradición monumental, pero que han elaborado múltiples formas de vivencia espacial, han desarrollado sus vidas en entornos construidos, las han trenzado con los espacios de su memoria y de sus deseos, o han sufrido en el propio espacio determinadas formas de marginación y de violencia, pues han sido relegadas en el espacio a una ocupación secundaria, mientras han participado de manera menos visible pero constante en la propia conservación de los espacios. Entendemos que la búsqueda de otros recursos distintos a los instrumentos propios del aprendizaje de nuestra disciplina puede hacer justicia al peso y al valor de nuestra presencia, como mujeres, en el mundo.