Hablar de feminización de la pobreza nos lleva a hablar de diferencias entre mujeres. En términos de ingresos estas diferencias son mayores que entre los hombres y están aumentando de una manera espectacular. De esta heterogeneidad del colectivo femenino se desprende una conclusión política fundamental. Hemos de cuestionar los intentos de igualar a mujeres y hombres mediante la integración de ellas en una estructura jerárquica como son los mercados. |