Descripción |
Pienso en voz alta, sólo eso estimado(a) lector(a). No son tiempos para sentencias lapidarias, divisiones, adoctrinamiento o crítica barata, pero sí me parece que lo son para hacerse preguntas… ¡nada menos! Así que, piense conmigo ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo es siquiera posible hablar de responsabilidad social (dentro o fuera de la empresa) cuando las mujeres no han alcanzado su plena ciudadanía? ¿Qué hay detrás de ese manido concepto “igualdad”? ¿Por qué estos asuntos no son “cosa de mujeres” sino de supervivencia social? ¿Qué relación tiene todo esto con la RSC/RSE?
|