La discriminación salarial es producto de un conjunto de desigualdades que están presentes a lo largo de toda la vida y en distintas esferas, la personal, la profesional o la sociocultural. Por tanto, para trabajar contra ella tendremos que abordar distintos ámbitos, contemplando factores previos a la inserción laboral y otros que están vinculados directamente al ámbito de la empresa.
En los sectores que nos ocupan se observan grandes desigualdades salariales que sólo se eliminarán adoptando medidas y actuaciones concretas, encaminadas a la inversión pública para la profesionalización y mejora de la cualificación a través de la formación de sectores feminizados (hostelería, comercio, contact center, etc.) con la finalidad de incrementar su valor añadido, exigiendo transparencia y objetividad en los conceptos que conforman la estructura salarial, actuando contra la parcialidad de las jornadas y dotando de mayor participación a la representación legal de las trabajadoras y los trabajadores en el diseño y seguimiento de estas medidas.