El nuevo plan propuesto pretende reducir la brecha salarial e impulsar la presencia de la mujer en los consejos de administración. Otra de sus máximas prioridades es luchar contra la violencia doméstica.

A pesar de los avances registrados en años recientes en materia de igualdad, en la UE las mujeres siguen ganando un 18% menos que los hombres por término medio. Por otra parte, su representación es insuficiente en los puestos de máxima responsabilidad y tienen muchas más posibilidades de ser víctimas de la violencia doméstica.

Además de ser un derecho fundamental, la igualdad de género es esencial para el crecimiento y la competitividad de la Unión. Aumentar el número de mujeres en el mercado laboral ayudará a la UE a alcanzar su objetivo de empleo del 75% de aquí a 2020.